Después de meses de aislamiento social, los viajes a otros países parecen parte de un sueño lejano, actividades de un mundo que no es el nuestro. Pero la crisis pasará, y aunque la vida sin duda no volverá a ser como antes, el deseo de conocer otros lugares, de experimentar diferentes culturas y de estar cerca de quienes parecían tan distantes siempre será parte de la naturaleza humana, y, como tal, nos seguirá impulsando a dejar nuestros hogares y darnos escapadas a tierras lejanas.
Aprovechando que es una nueva normalidad, tal vez sea momento de dejar de lado las mismas ciudades del mundo de siempre y en su lugar considerar nuevos lugares de interés que los turistas siempre han pasado de largo… para su propio detrimento. Por ejemplo…
Tauranga, Nueva Zelanda
Sí, probablemente el 99.99% de las personas que visitan Nueva Zelanda lo hacen para conocer los escenarios donde se filmó El Señor de los Anillos, y, si ya estás ahí, definitivamente vale la pena visitar esos lugares de interés.
Pero, por eso mismo, la increíble ciudad de Tauranga suele pasar desapercibida. Es la sexta más grande del país y se encuentra ubicada en las costas de lo que se conoce como “La Bahía de la Abundancia”. Tentador, ¿verdad?
Es en esta costa donde se celebra la fiesta más grande de Año Nuevo del país, a las faldas de una montaña. Además, estando aquí puedes realizar todo tipo de actividades acuáticas, desde aprender a bucear hasta surfear.
Pero si el agua no es para ti, ¿qué tal los cielos? Como lugar de nacimiento de Hilda Hewlett, una de las pioneras de la aeronáutica, esta ciudad cuenta con uno de los mejores clubes de aviación en donde podrás pasear en un girocóptero, también conocido como la motocicleta de los cielos. Además, la ciudad cuenta con impresionantes parques donde puedes pasear en bote a la luz de las luciérnagas y centros históricos de la cultura Maorí que no desearás perderte.
Locarno, Suiza
De acuerdo, usualmente las ciudades en Suiza ni siquiera figuran entre las ciudades europeas que se deben conocer durante un viaje de mochilazo. Y si lo están, probablemente se considera Ginebra o Berna. Pero no es necesario alejarse tanto del itinerario usual para conocer uno de los mejores destinos de Suiza: Locarno, muy cerca de la frontera del país con Italia.
La ciudad aún cuenta con un aspecto medieval de ensueño, resaltado de su privilegiada ubicación entre las faldas de imponentes montañas y la costa de un hermoso lago. Para continuar con la fantasía puedes tomar un paseo en el tren panorámico que te llevará entre montañas y sobre el lago resplandeciente, o visitar la presa que más bien parece un mítico castillo.
Además de las actividades regulares en ciudades europeas como caminar, montar en bicicleta, acudir a galerías de arte y disfrutar de una pintoresca vida nocturna, puedes hacer cosas como practicar la falconería, rentar un yate y descansar en aguas termales. Experiencias de viaje que definitivamente valen la pena.
Tainan, Taiwán
Qué difícil es elegir lugares para visitar en Asia, ¡hay tantos! Son culturas tan diferentes y enigmáticas que quisiéramos pasar años ahí para poder conocer y aprender todo lo posible. Tristemente no siempre es posible, pero definitivamente, de entre todos los lugares que se pueden visitar, Tainan, en Taiwán debe estar en la lista.
Fue la capital de Taiwán durante dos siglos, así que todavía hoy la ciudad conserva la arquitectura y estética de sus años de esplendor y está llena de edificios formidables y templos imponentes que contrastan con la modernidad llena de luces que esperamos en destinos asiáticos.
La ciudad está llena de cultura, variedad religiosa y comida excepcional, con platillos que solo encontrarás en sus mercados nocturnos, una tradición que ha perdurado por generaciones. Además, puedes visitar el Castillo de oro eterno, que no le pide nada a las impresionantes estructuras que encontrarás en ciudades europeas.
Aunque por supuesto hay razones por las que ciertos lugares de interés se han vuelto tan populares y no querrás perdértelos, también vale la pena conocer ciudades del mundo que no siempre se consideran dentro de un itinerario y pueden darte las mejores experiencias de viaje para recordar por el resto de tu vida.
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