El uso de ‘smartphones’ y tabletas es parte de la cotidianidad de los estudiantes de preparatoria. Es una cuestión inevitable y, tal vez, hasta necesaria para mejorar el esquema de enseñanza-aprendizaje. Tenemos la oportunidad de integrar estos ‘gadgets’ en la educación para cumplir con las exigencias y realidades de las nuevas generaciones.
El desarrollo de las tablets electrónicas, en especial del iPad de Apple, que agrega cada vez mayor capacidad, portabilidad, eficiencia y accesibilidad al usuario, ha convertido ha estos dispositivos en un elemento que facilita e incluso potencia el aprendizaje dentro y fuera del aula.
Su versatilidad, que permite lo mismo hacer una búsqueda en internet de imágenes, vídeos y sonidos, que comunicarse e interactuar en tiempo real con otras personas, aumentan notablemente las experiencias sensoriales, de modo que el alumno pueda disfrutar de un aprendizaje más significativo. Lo anterior, aunado al incremento de recursos educativos on line (como plataformas, materiales y sistemas de apoyo a la evaluación) y al gran número de aplicaciones con fines educativos de bajo costo o gratuitas, hace evidente la utilidad del iPad para el estudiante.
Por supuesto que la labor docente también se ve beneficiada, ya que el maestro cuenta con un instrumento que facilita el aprendizaje. Dispositivos como el iPad son útiles también para aumentar y desarrollar competencias y habilidades en el uso de tecnología. Así, el perfil de egreso de nuestros alumnos suma a su curriculum ventajas competitivas para enfrentar exitosamente sus estudios universitarios, e incluso para impulsar su futuro desempeño laboral.
