El camino a la madurez se comienza con la toma de decisiones en la adolescencia. La misión que tienen los padres no es precisamente tomar decisiones para los hijos. Más bien, se trata de enseñarlos a tomar decisiones y acompañarlos en ese proceso.
“Quiero una mejor vida para ti” o “No quiero que sufras lo que yo sufrí”, son frases que todo padre de familia utiliza alguna vez, sobre todo cuando pretende que su hijo cambie de parecer sobre algún deseo o idea.
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Podríamos pensar que son solo frases que se utilizan con frecuencia, pero llevan importantes mensajes implícitos, ya que a los padres les genera temor pensar que sus hijos tomen decisiones que tengan consecuencias desfavorables. Sin embargo, decidir es la esencia de la vida.
A los padres ya les tocó tomar un número incuantificable de decisiones. De hecho, la forma en que los hijos has sido formados son consecuencia de tales decisiones. Por consiguiente, la misión más grande que tienen los padres no es decidir por sus hijos, sino enseñarlos a tomar sus propias decisiones y acompañarlos en ese proceso.
Tomar una decisión en sí implica valorar diversos aspectos como sentimientos, pensamientos y las consecuencias.
5 razones para que los hijos hagan una adecuada toma de decisión:
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Hacerlos conscientes de su entorno, ya que el proceso de tomar una decisión implica analizar los aspectos que pueden mejorar o dificultarse en caso de tomarla.
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Tomar conciencia de que cada decisión lleva implícitos aciertos y sinsabores.
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Desarrollar su sentido de responsabilidad, un aspecto que en su vida adulta les permitirá triunfar o fracasar.
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Asumir retos benéficos para su vida.
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Tener claras sus expectativas y fortalecer su deseo de superarse día con día.
Tener libertad de decisión convierte a los adolescentes en personas independientes, libres, dueñas de su vida y con la capacidad de ser felices.
En esto radica la importancia de acompañar a los jóvenes en su aprendizaje. Y es que tener la posibilidad de decidir sobre los aspectos más importantes de nuestra vida -como elegir profesión o pareja- exige conocernos a nosotros mismos, tener conciencia de las consecuencias de una decisión y claridad sobre lo que somos y lo que queremos ser.
Texto de: Edith Genis López, Coordinadora de Orientación Educativa, Preparatoria UVM, Campus Texcoco.
