El síndrome de burnout se refiere a un estado de agotamiento físico, emocional o mental de ciertos trabajadores hacia su labor cotidiana como consecuencia de factores de estrés prolongados, tanto en la esfera emocional como en las relaciones interpersonales en el trabajo.
Se caracteriza por:
- Agotamiento emocional, fatiga y depresión.
- Relación de los síntomas con la actividad laboral.
- Predominancia de estos síntomas en los ámbitos mentales y conductuales sobre el cansancio físico.
- Aparición de los síntomas en personas normales sin antecedentes “psicopatológicos”.
- Ineficiencia y pobre desempeño en el trabajo.
Cómo vencerlo:
Empieza a preguntarte:
“¿Cómo manejarlo?”. Esto te ayudará a desarrollar la creatividad, resolver problemas y a seguir adelante.
Crea hábitos
Generar hábitos te ayudarán a reducir el proceso consciente de tomar decisiones.
Ríete
Olvídate del estrés, el cansancio y el hartazgo para tener una mejor perspectiva de la vida.
Establece pequeños objetivos
El burnout surge cuando la meta a la que queremos llegar es demasiado grande, tómate el tiempo para fragmentar tus grandes planes en objetivos más manejables. Así el tamaño de tus pendientes es menos atemorizante.
Cambia de escenario
Busca nueva inspiración en otro lugar, tómate un día fuera de la oficina, trata de trabajar desde otra parte.
Redefine el éxito
Tal vez te des cuenta de que ya tienes lo que quieres y que es momento de bajar un poco el ritmo de trabajo para disfrutar los frutos de tu esfuerzo, sin el desgaste que conlleva.
Enfócate en tres cosas
Una de las mayores causas del hartazgo laboral es tener una lista de pendientes muy larga. Intenta planear hacer solo tres cosas importantes cada día de trabajo, eso te ayudará a no sentirte tan presionado.
Busca una perspectiva externa
Una opinión distinta puede ser saludable para ver desde otro enfoque la situación que te agobia.
Encuentra nuevos hobbies
Desarrollar nuevas aficiones te ayudará a distraerte y pensar en otras cosas que no tengan que ver con la oficina.
Considera cambiar de empleo
En ocasiones, la compañía para la que trabajas puede ser el origen del burnout. Tal vez sea momento de cambiar de empleo.
Intenta trabajar “menos”
Trata de reducir tus horas de trabajo o simplemente tómate unas vacaciones.
Decide cuándo presionarte
Conoce tus propias debilidades es fundamental cuando combates el cansancio. De hecho, no hay nada mejor para acabar con el burnout que presionarte para vencer una debilidad. Esto te ayudará a dejar de postergar.
Para enfrentar el burnout debes empezar por tomar medidas. Recuerda que, todos tenemos y merecemos una versión sana de nuestra vida. No te rindas, sólo toma algo de tiempo encontrarla.