Ahora nuestros videos, fotos y documentos viven seguros en “la nube”, una serie de servicios en internet que utilizamos diariamente casi sin darnos cuenta y que nos permiten acceder a nuestra información cuando sea y desde donde sea.
Actualmente la mayoría de nosotros “guarda” su información en “la nube”, pero ¿qué es realmente? Por supuesto, se trata de una metáfora utilizada para hacer referencia a servicios que se utilizan a través de internet.
¿Recuerdas cuando toda tu información se guardaba en una computadora y te querías dar un tiro cuando esta dejaba de funcionar? Ahora, afortunadamente, nuestra información vive segura “en la nube”, por lo que hemos dejado de depender peligrosamente de un solo dispositivo.
La computación en la nube (cloud computing) permite una separación funcional entre los recursos que se utilizan y los recursos de tu computadora. Esto quiere decir que se utilizan recursos en un lugar remoto y se accede a ellos a través de internet.
Una de las grandísimas ventajas de la nube y parte de su gran éxito es que cualquiera puede utilizarla, no se requiere de ningún tipo de conocimiento técnico. Por ejemplo, cuando checas tu correo en Google, Hotmail, Yahoo o similares, estás utilizando los servicios de la nube; también cuando accedes a tu música en plataformas como Spotify o ves videos en YouTube.
Es por ello que la computación en la nube marca una evolución significativa en la era de la informática y está dando lugar a la aparición de nuevas empresas. IBM, por ejemplo, ya dio a conocer una inversión por alrededor de 1,200 millones de dólares para crear una red mundial de centros de datos que se ubicarán en Londres, Washington, Dallas, Hong Kong y la Ciudad de México, entre otras ciudades.
Es seguro entonces que veremos surgir nuevos protagonistas en el universo digital y que el ejercicio de más de una profesión se verá irremediablemente afectado. Si estudias abogacía, por ejemplo, no solo deberás desarrollar habilidades informáticas cada día más sofisticadas, también tendrás que ser capaz de imaginar nuevos marcos jurídicos centrados en cómo funcionan los sistemas que operan en los servicios de computación en la nube.
Ni hablar de los profesionales de las TIC, que deberán liderar la transición a nuevas modalidades informáticas más complejas.
En muchos ámbitos, eso de la computación en la nube todavía suena como algo esotérico que solo sucede en las películas de ciencia ficción. Sin embargo, lo entendamos o no, ya es parte de nuestras vidas. También afecta el ejercicio de prácticamente todas las profesiones, e incluso crea y fortalece el desarrollo de nuevas ocupaciones.
Podría ser, por ejemplo, que muchos puedan ganarse la vida como expertos en servicios de seguridad de datos o como arquitectos de nuevas políticas de seguridad para las empresas. Y hay quien menciona incluso la posibilidad de que nazcan compañías de “servicios forenses”, cuyo objetivo sería el análisis de robos de información crítica para perpetrar actos delictivos como algunos de los que ya hemos visto en este agitado siglo 21.
Especialización en Ciencia de Datos
Si te interesan los temas relacionados con la nube, es importante que sepas que en UVM existe la Maestría en Ciencia de Datos, integrada por cuatro grandes campos: computación en la nube, Big Data, matemáticas, teoría de negocios y teoría de ciencias de la computación.
A los profesionistas que se dedican a la Ciencia de Datos se les conoce como “unicornios”. La broma consiste en decir que alguien con alto conocimiento de matemáticas y estadística, ciberseguridad, Big Data, teoría de negocios, y que además domina distintos lenguajes de programación para estructuras complejas de datos, en realidad no existe.
Por supuesto que esos profesionistas sí existen. Son aquellos que analizan la avalancha de datos y encuentran información valiosa para utilizarla y aprovecharla en cualquier ámbito y tipo de organización.
