¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando piensas en un emprendedor? ¿Un joven universitario con una idea de negocio? ¿O un millonario en sus 30 ó 40 con varias empresas de éxito? Si tu respuesta fue la segunda opción, entonces tenemos que decirte que también existe la oportunidad para emprender a los 20. Sí, aunque no lo creas, será la mejor decisión que puedas tomar, pero te damos excelentes razones para que te convenzas desde ahora.
Eres libre para fracasar
Quizá una de las razones más importantes para emprender justo cuando aún estás en la universidad o acabas de egresar es que eres libre, es decir, no tienes las presiones que tendría una persona de mayor edad como pagar una hipoteca, llevar a los hijos a la escuela, cubrir deudas y otras cosas que harían que cualquiera se preguntase “¿Y si lo pierdo todo?”. De esta forma, al no tener mayores compromisos que con tu carrera profesional, eres libre para intentar emprender, y si fracasas, el riesgo es muy poco o nulo.
Tu resiliencia te puede llevar muy lejos
Muy relacionado con el punto anterior, la resiliencia que puedes desarrollar en esta etapa será algo clave, no solo para tu emprendimiento o tu carrera, sino para tu vida en general. Cuando hablamos de resiliencia, nos referimos a tu capacidad para superar circunstancias difíciles, es decir, no decaer, por el contrario, perseverar. Y si te atreves a emprender lo notarás desde el primer minuto: cuando te digan, “no te podemos dar un crédito, regresa cuando tengas 30”, y te nieguen un crédito para tu negocio; o cuando otros no te tomen en serio por pensar que no eres lo suficientemente maduro para convertirte en emprendedor. Incluso, en el caso en que falles, tu resiliencia te llevará a volverlo a intentar.
Puedes volverte multifuncional
Cuando algo te apasiona, la noche se vuelve día y el fin de semana se transforma en plena mitad de semana, es decir, hay energía para llevar al cuerpo y mente a pasar los límites. Estudiar, trabajar medio tiempo y dedicarle atención al proyecto de emprendimiento es posible, con una buena organización; y si las tres cosas están relacionadas entre sí, estás aprovechando de una manera increíble tus conocimientos y habilidades.
Te lo agradecerás mucho a los 30
Imagina dos versiones de ti mismo a los 30; en la primera, emprendiste en tus 20 y ahora eres accionista de varias empresas, por esa misma razón, tienes varias fuentes de ingreso y te dedicas a hacer que el dinero produzca para tí. En la segunda versión, decidiste trabajar en una o varias empresas desde que saliste de la universidad y aunque probablemente tengas un buen departamento o un carro del año, siempre está la amenaza latente de quedarse sin empleo y sin la principal fuente de ingresos. Considera ambos escenarios ¿Cuál crees que sería mejor para tí?
Con todo lo anterior ¿Cuál es el camino que quieres tomar en tu vida profesional? Sí, al principio no será sencillo, pero vale la pena aceptar el reto ¡Éxito!