Además de ser un destacado ex futbolista, Emilio Butragueño
Parece lógico que tras una trayectoria de éxitos, medallas y reconocimientos, los deportistas profesionales retirados dediquen parte de su experiencia al entrenamiento de nuevos talentos, o que colaboren en algunas instituciones del sector. Pero más allá de la trayectoria deportiva, hay otros talentos por desarrollar que sólo se descubren cuando se prevé una formación académica.
Emilio Butragueño Santos, ex futbolista español y figura internacional, es la muestra de cómo un deportista puede volverse ejecutivo de negocios y, mejor aún, hacer crecer una marca e incentivar la preparación profesional. “Cuando estaba cerca de salir del Real Madrid (como jugador debutó en 1982 y permaneció hasta 1995), tuve claro que quería volver a este club, no como entrenador, sino como ejecutivo”, asegura Emilio Butragueño.
La vida después del juego
Antes de ser parte del equipo principal del Real Madrid, Butragueño estudiaba Administración de Empresas. Admiraba al jugador Vicente del Bosque, a quien pudo conocer algunos meses antes de que éste se retirara. Ese hecho de ver a una estrella “apagarse” después de 13 temporadas fortaleció en Emilio la convicción de que debía estudiar una licenciatura, porque no basta decir “fui jugador” profesional, eso abre puertas, dice, pero no sirve de mucho.
“Siempre pensé que la formación era fundamental y que cuando uno termina el futbol, comienza una nueva vida para la cual hay que prepararse. Si uno llega al máximo nivel del futbol es porque le gusta los desafíos y por lo tanto cuando uno se retira necesita nuevos desafíos.”
La marca que fijó el cambio en la industria
Ganador de la UEFA Champions League 2016, el Club de Futbol Real Madrid es más que un equipo, una marca que ha marcado la diferencia en su gremio por varias razones. Entre ellas la de no tener un dueño y depender del voto de los socios del club (90 mil) para elegir a un presidente; y otra, de las más trascendentes, es convertir al equipo en toda una marca de prestigio que ha impulsado la profesionalización académica de deportistas o de interesados en ser parte del mundo deportivo.
“En 1984 el departamento de marketing del Real Madrid no existía, ni cuando me fui (1995). Hoy cuenta con ese departamento que genera el 37% (más de 200 millones de euros) del presupuesto del Real”, afirma Emilio Butragueño, y comenta que uno de los hombres que ha influido en esta transformación ha sido Florentino Pérez, actual presidente del club madrileño (antes ya había sido presidente del Real Madrid en el 2000).
Real Madrid como escuela
Además de crecer con el manejo eficiente de marketing, los directivos del Club Real Madrid entendieron la importancia de fomentar la educación superior especializada en el deporte para hacerse de profesionales en carreras que contribuyeran al impulso del sector.
Con Butragueño nuevamente en el club se buscó abrir un nuevo camino a la gestión deportiva, pero recurriendo a expertos en educación, entonces buscaron aliados que compartieran parte de sus valores como la universalidad. Por eso en 1999 se unen como Escuela Universitaria Real Madrid, a la Universidad Europea, que pertenece a la red universidades privadas más grande del mundo: Laureate International Universities.
En México, la Escuela Universitaria Real Madrid llega también brindando programas en conjunto con UVM (también de la red Laureate), para desarrollar Maestrías y Especialidades en Fisioterapia Deportiva y Nutrición Deportiva. Todo esto bajo la premisa de que el deporte es una de las industrias más globalizadas y cada vez con mayor potencial de crecimiento no solo para deportistas retirados, sino para otros profesionales.
Recientemente la escuela del Real Madrid y UVM diseñaron un programa académico de posgrado, especializado en la Gestión de Entidades Deportivas. Se trata de una Maestría en Administración de Negocios con Orientación en Gestión de Entidades Deportivas, con el plus de obtener el doble tíitulo de MBA en Dirección de Entidades Deportivas, emitos por ambas escuelas.
“El hecho de ser deportista te da muchas virtudes, afán de superación, confianza en uno mismo, capacidad de sacrificio y sentido de equipo. Esas son cualidades que cualquier empresa busca. Si a eso añadimos la formación, puedes competir en cualquier ámbito”.
Emilio Butragueño