La lectura es una de las pocas cosas sobre las cuales exista al mismo tiempo un consenso universal de que son magníficas, pero con poco interés generalizado.
Los que ya son lectores no necesitan que les enumeren las múltiples maneras en que los libros contribuyen a mejorar nuestra vida. Pero no estará de más dar algunas razones para adentrarse en el mundo fascinante de la lectura a quienes se rehúsan a tomar un libro –por falta de tiempo, interés o cualquier otra causa-.
Aquí te compartimos tres buenas razones para leer, más allá de las que seguramente has escuchado por ahí:
1. Leer desarrolla el pensamiento crítico, una forma de encarar las cosas que nos hace más libres, autónomos, seguros y mucho más difíciles de convencer. Pensar de este modo nos ayuda a ver siempre qué hay más allá de lo obvio, de lo superficial. Contribuye a que no nos conformemos nunca a la primera y a que busquemos otro tipo de respuestas a prácticamente todo.
2. La lectura también nos permite ampliar nuestro criterio respecto a cualquier tema que tenga que ver con la gente y la vida en general. Esto nos hace mucho más abiertos, sensibles y receptivos.
3. La lectura nos permite saber más cosas, así como conocer múltiples vidas y saber qué hay más allá de nuestro lugar en el espacio y el tiempo. Gracias a esto, nos convierte en personas más universales, capaces de moverse mejor por el mundo, interactuar con su gente y enfrentar sus problemas.
La lectura y los libros nos dan mucho más que vocabulario e imaginación, y lo mejor es que lo logran a través de historias fascinantes que nos conmueven, divierten y en ocasiones nos retan y confrontan con nosotros mismos. Incluso los libros más “difíciles”, por llamarlos de alguna manera, recompensan al lector con la satisfacción de haber aprendido a ver las cosas de manera diferente.
Si un libro nunca te ha hecho sentir nada de esto, podría ser buen momento para que le des una oportunidad al universo sin límites de la lectura. Una cosa es segura: una vez que estés ahí, no querrás salir jamás.