La inteligencia artificial (IA) ha demostrado tener un gran potencial para transformar la educación. Sin embargo, también plantea desafíos y consideraciones éticas que deben tenerse en cuenta. Es por ello que en esta nota vamos a explicarte qué es la IA y algunos ejemplos de cómo puede aplicarse en la educación.
No hace mucho tiempo que conceptos como la inteligencia artificial (IA) y realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) eran pensados como elementos intrínsecos de la literatura de ciencia ficción, género en el que autores como Isaac Asimov, Phillip K. Dick, y H. G. Wells crearon mundos utópicos en los que la línea que separa a las máquinas de los seres humanos sería cada vez más delgada, propiciando un mejor futuro.
Sin embargo, el futuro nos ha alcanzado y estos conceptos ahora forman parte de las sociedades de la información, trayendo consigo un sin fin de preguntas y debates en torno a cómo aplicar la IA en todos los sectores económicos y culturales para el beneficio del hombre.
¿Qué es la inteligencia artificial?
De acuerdo con Microsoft la IA no es otra cosa que la capacidad de un sistema informático de imitar funciones cognitivas humanas, como la solución de problemas y el aprendizaje. La inteligencia artificial funciona mediante el uso de la lógica y matemáticas a través de un sistema informático que busca simular el razonamiento humano a través de información nueva y toma de decisiones.
Así, puede realizar acciones o predicciones con base en los patrones de los datos disponibles y puede aprender de sus errores para evitar sesgos y ser más preciso.
¿Qué tipos de inteligencia artificial existen?
A decir de Microsoft existen 3 tipos de inteligencia artificial a los que algún día el ser humano va a poder acceder:
1. Inteligencia artificial estrecha (ANI). Es la que se usa actualmente y está impulsada por algoritmos complejos y redes neuronales. Las tareas que puede realizar son singulares y están enfocadas a objetivos. Algunos ejemplos de este tipo de IA son los vehículos auto-conducidos, las búsquedas en internet y el reconocimiento facial.
2. Inteligencia artificial general (AGI). Ante los grandes avances científicos y computacionales, resulta difícil predecir el futuro de la IA. No obstante, la AGI debería poder llevar a cabo eficientemente cualquier tarea intelectual similar a un ser humano. También tendría la capacidad de aprender de la experiencia para detectar y prever patrones.
3. Superinteligencia artificial (ASI). Se trata del punto máximo de la IA y debería de contar con sistemas completamente autoconscientes, además de la capacidad de entender a la perfección los comportamientos humanos. Esto podría representar un mundo de ciencia ficción en la cual la propia humanidad sea considerada cada vez más obsoleta.
¿Cómo impacta la inteligencia artificial en la educación?
La inteligencia artificial tiene la capacidad de hacer frente a los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad, al mejorar sustancialmente el ámbito educativo en todos los niveles y logrando mejores integraciones entre la interacción humana y las tecnologías de la información para el beneficio de las sociedades.
No obstante, el debate en torno a la inteligencia artificial, como toda innovación tecnológica se centra en riegos y retos cuya superación solo se cumplirá mediante la planificación, desarrollo e implementación de competencias digitales, herramientas y metodologías basadas en la IA.
De acuerdo con la UNESCO, incluso cuando el uso de la inteligencia artificial es más evidente en nuestra vida cotidiana, para lograr una completa implementación de la IA en la educación aún se debe trabajar sobre tres ejes principales:
• Aprender con la IA (utilizando las herramientas de IA en las aulas)
• Aprender sobre la IA (sus tecnologías y técnicas)
• Prepararse para la IA (permitiendo que todos los ciudadanos comprendan el potencial de la IA en la vida humana)
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¿Cómo se aplica la inteligencia artificial en la educación?
En cuanto a sus aplicaciones en la educación, y hablando sobre el primer eje mencionado anteriormente, la inteligencia artificial ya forma parte de procesos educativos de enseñanza y aprendizaje, ayudando a implementar nuevas herramientas a través de las cuales los esquemas educativos tradicionales son reinventados gracias a la IA.
De hecho, desde los niveles educativos más tempranos hasta los más elevados, una de las innovaciones de la IA que impactará en la educación será a través de aplicaciones de aprendizaje individualizado, como lo son los simuladores, programas tutoriales e incluso juegos interactivos con interfaces amigables que ayudan al estudiante a impulsar su desarrollo.
Existe un gran número de ejemplos visibles del segundo eje, Aprender sobre la IA, aplicados principalmente en las ingenierías, sector donde principalmente ha permitido automatización de procesos en plantas de producción, análisis de grandes bloques de datos, simulaciones basadas en patrones y más.
No obstante, en meses recientes hemos visto cómo la IA ha comenzado a ser empleada en el campo de las artes y el entretenimiento, trayendo consigo debates sobre la práctica ética de crear y/o modificar contenido a través de procesos con inteligencia artificial con herramientas y programas como Chat GPT, Midjourney, etc.
El arribo de la IA a distintos sectores de la industria y el reconocimiento del concepto en la cultura de las sociedades de la información nos habla sobre la inminente necesidad de comprender la repercusión de la IA en la vida diaria.
Siguiendo esta línea de pensamiento, cuando hablemos de la relación entre educación e inteligencia artificial, no debemos mirar a esta última como un enemigo sino como un poderoso aliado desde el detonar de nuevos campos de estudio, su comprensión como herramienta de uso, hasta su implementación en la creación de estrategias para el aprendizaje.
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