Existen protocolos de seguridad escolar en preparatoria que, acompañados de reglamentos y de acciones preventivas (como la “puerta segura” o la “operación mochila”), nos dan certeza como padres.
Hoy más que nunca, la seguridad es un elemento prioritario que los padres de familia consideramos al evaluar una prepa para nuestros hijos. Es comprensible. Por un lado, nuestro entorno nos exige estar alertas, y por otro, los jóvenes vienen de la secundaria, un sistema ultra vigilado.
La preparatoria representa un cambio radical, ya sea porque es “a puertas abiertas” o porque no existen prefectos en cada pasillo. Es cierto que nuestros hijos experimentarán una mayor autonomía y se enseñarán a ser más responsables, pero los padres necesitamos saber qué tan seguro es el campus donde nuestros hijos ejercerán esa libertad.
¿Qué es un protocolo de seguridad escolar?
Un protocolo de seguridad es el conjunto de reglas, conductas y acciones que se deben observar para prevenir, atender, gestionar y resolver exitosamente una crisis. Es una herramienta muy útil para afrontar problemáticas y generar un ambiente escolar positivo.
Los protocolos de seguridad escolar guían y acompañan a directivos, docentes y alumnos durante eventualidades que pueden poner en riesgo la integridad física, psicológica y social de la comunidad estudiantil.
¿Qué previene un protocolo escolar?
Bien aplicado, un protocolo escolar ayuda a que una institución no sea considerada como peligrosa; es decir, un lugar donde los alumnos sufran violencia, acoso escolar o insultos.
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El documento Protocolos de Seguridad para los Centros Educativos Federales de Educación Media Superior indica 10 guías de acción que deben atender los directivos, docentes y alumnos antes (acciones preventivas para reducir riesgos), durante (acciones para gestionar la crisis de la mejor manera) y después (acciones para regresar a la normalidad) de contingencias que atenten contra la comunidad escolar.
Estas son:
- Uso o posesión de armas (blancas o de fuego).
- Enfrentamiento con armas de fuego en los alrededores del plantel.
- Accidente o lesiones en el plantel durante actividades académicas, deportivas o de socialización.
- Violencia en el ámbito escolar (peleas, riñas, violencia verbal, de género y acoso).
- Amenaza de bomba (artefacto detonador, bulto sospechoso) en la escuela o sus alrededores
- Intento de suicidio en el plantel de un miembro de la comunidad escolar.
- Consumo de drogas y alcohol dentro del plantel, durante actividades escolares o en festivales y encuentros deportivos.
- Despliegue de fuerzas militares o policíacas armadas en el plantel o sus alrededores.
- Robo al plantel y desaparición de objetos, en flagrancia o no.
- Accidente en viaje escolar.
El documento reconoce a quienes son especialmente vulnerables (jóvenes con discapacidad o con dificultades de aprendizaje). Sin embargo, también incorpora un enfoque de género. Este reconoce que las niñas son más vulnerables a ser víctimas de violencia sexual, mientras que los niños lo son a la violencia que involucra armas.
Un documento como Protocolos de Seguridad se complementa con los planes de emergencia escolar, códigos de seguridad y reglamentos escolares de cada institución.
¿Qué es un semáforo o código de seguridad?
Todo Protocolo de Seguridad incluye este apartado sobre señales y avisos de protección civil en las escuelas. La idea es que toda la comunidad escolar los identifique.
Así, el color rojo significa “prohibición”; el amarillo, “precaución o riesgo” (advierte un peligro); el verde, “condición segura”, y el azul, “obligación”. A esta señalización se le llama semáforo o código de seguridad.
A estos protocolos, semáforos y códigos de seguridad, cada escuela suma acciones preventivas y de protección. La “puerta segura”, que permite tener una bitácora de ingreso de visitantes (complementada con revisiones a portafolios, paquetes y cajuelas de vehículos) o la identificación de alumnos al portar de forma obligatoria su credencial son una muestra de ello.
¿Qué es la “mochila segura”?
“Mochila segura” es uno de los programas de seguridad y vigilancia que tiene Prepa UVM para cuidar a su comunidad estudiantil. Seguro habrá escuchado de él con otros nombres, como “operación mochila” o “revisión de mochilas”.
Prepa UVM también cuenta con cámaras de seguridad y acceso controlado de alumnos y profesores acreditados al plantel, así como registro con identificación de visitantes.
Además de esos programas de seguridad de vigilancia, en Prepa UVM se fomenta un ambiente seguro, incluyente, positivo y estable. Este ambiente se fortalece al brindar apoyo psicológico y social al estudiante.
Llama la atención la presencia de este apoyo, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia 2022 solo el 2% de los estudiantes de México identifica un centro de atención para adolescentes y jóvenes en su escuela.
La seguridad en los campus de UVM está planeada para salvaguardar la integridad de alumnos, profesores y personal administrativo, así como para facilitar un ambiente sano y seguro en donde su hijo pueda desarrollar todo su potencial.
