La historia se repite una y otra vez. Eres recién egresado o cursas los últimos semestres de tu licenciatura y llegó el momento de buscar un primer trabajo. Pero ¡oh, sorpresa! Te piden… experiencia laboral. ¿Cómo lograrla si apenas estás buscando tu primer trabajo? Pareciera un círculo vicioso, pero te contaremos cómo salir de él.
¿Cómo buscar un trabajo mientras estudias?
Para obtener experiencia laboral antes de finalizar tus estudios requieres seguir ciertos pasos.
Busca un espacio de tiempo fijo en tu agenda
El primero es tener un horario disponible fijo, pues así podrás encontrar un empleo de media jornada que no invada tus estudios. En tu cronograma debes contemplar tiempos de traslados, carga de materias y actividades extracurriculares.
No olvides considerar tus tiempos de descanso, ejercicio, hobbies y momentos con familia y amigos. Serán menos, pero significativos.
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Elabora un CV
El segundo paso es que elabores un CV efectivo. Es importante incluir tu avance en créditos, los proyectos o clínicas empresariales que has desarrollado y las certificaciones obtenidas tras cursar algunas materias o por tu cuenta. No olvides los cursos que has tomado y los premios que has obtenido.
Haz una red de contactos
El tercer paso es pensar en tu red de contactos (networking), pues quizás allí encuentres esa primera oportunidad que buscas. Si ya hiciste tu servicio social en una organización o empresa, no estará de más contactarlos. Probablemente ellos tengan una posición temporal o de medio tiempo ideal para ti.
¿Cómo puedes ganar experiencia laboral mientras estudias?
Una vez que has mapeado tus contactos –no descartes la bolsa de trabajo de tu universidad– llega el momento de pensar en una opción que se amolde a tus intereses, disponibilidad de tiempo y objetivos. Aquí te presentamos cuatro ejemplos de experiencia laboral.
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Busca prácticas profesionales
Cada vez más empresas dan una primera oportunidad a estudiantes universitarios próximos a graduarse. Una opción que ofrecen son las prácticas profesionales. Estas tienen un carácter formativo (es decir, el área a la que te asignan normalmente se relaciona con tus estudios), para que conozcas más del mundo laboral.
Las prácticas profesionales son para estudiantes que cubrieron dos tercios o más de sus créditos. Sólo son obligatorias en algunas carreras, como Turismo, Medicina u Odontología (en estas dos últimas se llaman residencias).
En ocasiones ofrecen un apoyo económico para que cubras costos de traslados y alimentos; no obstante, el foco es la posibilidad de desarrollar tus habilidades y aplicar tus conocimientos… siempre y cuando la experiencia profesional adquirida te sirva de referencia.
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Ofrece tus servicios como freelance
¿Prefieres adquirir experiencia laboral desde casa y en función de tus tiempos? Quizás entonces tu camino está en los proyectos freelance.
Un freelance es un profesional contratado por un empleador para ofrecer sus servicios de diseño, redacción de textos, desarrollo de un proyecto, relaciones públicas, instalación de programas computacionales, gastronomía… en fin, casi de cualquier disciplina. Es posible que al inicio no te paguen, pero desarrollar estos proyectos te ayudará a formar un catálogo propio.
¿Se te facilita la interacción por redes sociales? Quizás este sea tu camino, pues podrás contactar a personas con las que te gustaría trabajar y que quizás te contemplen para algún proyecto. Haz que tus redes sociales hablen de ti: muestra por qué eres bueno en lo que haces.
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Apúntate a un voluntariado
Esta opción casi nunca es remunerada, pero ofrece varias ventajas. Primero, tiene flexibilidad de horarios y de duración (algunos voluntariados duran un par de semanas). Después, está la posibilidad de generar una red de contactos (networking) en esos entornos.
Una tercera ventaja es que puedes adquirir experiencia en tu área profesional o en otra distinta. En ambos casos, desarrollarás habilidades de liderazgo y soft skills como comunicación efectiva, trabajo bajo presión y conformación de equipos multidisciplinarios.
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Busca convertirte en becario o trainee
Lo mismo que ocurre con las prácticas profesionales, esta opción funciona con horario definido, pero hay varias diferencias: primero, las becarías siempre son remuneradas. Segundo, tienen como objetivo incorporarte a la empresa si detectan que tienes potencial. Tercero, van dirigidas a estudiantes en sus últimos semestres y recién egresados.
De las cuatro opciones listadas para ganar experiencia profesional en los últimos semestres de tu carrera, esta es la que podría tener mayor peso en tu CV.
Desde luego, tampoco está mal descartar trabajos ajenos a tu formación profesional. Ser dependiente de tienda, mesero o ayudante de cocina son opciones válidas si se ajustan a tus horarios y necesidades. Además, las habilidades que adquieres (trabajo bajo presión, trato con clientes) te servirán para desenvolverte mejor en tu campo laboral.
Ventajas de ganar experiencia profesional en los últimos semestres de tu carrera
Estudiar mientras trabajas tiene muchos beneficios. El primero no es el más evidente, pero sí el más significativo. Cuando participes en procesos de selección, tu CV tendrá una ventaja frente al de tus compañeros de generación. Otros beneficios son:
- Adquirirás experiencia laboral en tu área, y si tu desempeño es sobresaliente, quizás te ofrecerán un empleo y la oportunidad de crecer.
- Desarrollarás habilidades como responsabilidad, liderazgo y organización.
- En algunos casos recibirás un sueldo. Con él podrás pagar trámites de titulación, apoyar en el gasto familiar o empezar a ahorrar.
- Es una oportunidad única para que te insertes en la vida adulta, combinando y priorizando varias actividades a la vez.
¿Nuestra última recomendación? Si te es posible, ¡aprovecha la oportunidad de ganar experiencia profesional en los últimos semestres de tu carrera! Hacerlo te acercará a tu meta lo antes posible y te dará ventajas contra otros postulantes de tu área.
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