Conoce a José Antonio Herrera, egresado de UVM y head manager del Departamento de Fisioterapia del Cirque du Soleil en México, quien encontró en el circo su lugar de trabajo.
La Licenciatura en Fisioterapia es una carrera con un amplio panorama laboral. Puedes trabajar con pacientes con dificultades físicas, lesiones comunes, pero también con atletas, artistas y acróbatas para ayudarles a prevenir deficiencias de movimiento, gracias a la fisioterapia deportiva.
La fisioterapia deportiva, un arte
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fisioterapia como el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad, para Antonio es: “el arte de crear tratamientos basados en una teoría y perfeccionados por la práctica”.
Y es que, para el egresado de UVM en la Licenciatura de Fisioterapia, el objetivo más importante de esta disciplina es la prevención de lesiones, por lo que el fisioterapeuta tiene que convertirse en el educador del cuerpo, tanto de una persona sedentaria, como de alguien que tiene una elevada actividad física como un deportista o un acróbata.
“La prevención ahorra mucho en recursos. Tienes que conocer a tu paciente e involucrarte en la actividad que realiza para saber cuáles son los factores de riesgo de su movilidad”, asegura Antonio.
¿Cómo es el trabajo de un fisioterapeuta en un circo?
La labor de Antonio Herrera es clave, ya que, además de brindar terapia a todos los acróbatas para mantener la óptima movilidad de sus huesos y músculos, también debe estar al pendiente de cada entrenamiento para resolver cualquier emergencia. En el caso de que un artista esté en tratamiento, debe supervisar la evolución de sus movimientos.
Antonio está presente en todas las funciones, no como espectador, sino como el especialista para conocer a fondo la ejecución de cada acróbata y brindar el mejor tratamiento.
Uno de sus roles principales también es dar recomendaciones de lo que se puede hacer o no en un acto, de tal forma que no se arriesgue al acróbata. En casos específicos, Antonio tiene la facultad de sugerir al coach o al director artístico modificaciones en ciertos actos del show.
En la vida circense, ocurren con frecuencia molestias en el cuello, rodillas o en la zona lumbar de la columna. Antonio tiene la responsabilidad de buscar a los profesionales de la salud más adecuados para tratar ciertos problemas, y casi siempre se apoya de un paramédico, un osteópata, otra fisioterapeuta y un quiropráctico.
“La participación de todos es valiosa, pero para estas actividades se requiere de un terapeuta que se involucre cien por ciento a los artistas. Los fisioterapeutas diagnosticamos y tratamos”, finaliza Antonio Herrera, egresado de UVM y head manager del Departamento de Fisioterapia del Cirque du Soleil en México
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