Si acabas de terminar la universidad, probablemente estés enfrentando una de las decisiones más importantes de tu vida profesional: ¿deberías buscar un trabajo en una empresa o lanzarte a emprender tu propio negocio? Es normal que te sientas inseguro sobre qué camino tomar, ya que ambas opciones tienen sus ventajas y desafíos. Pero tranquilo, en esta nota te ayudaremos a analizar cada opción para que puedas tomar la mejor decisión según tu perfil, tus metas y tus circunstancias.
Si eliges trabajar en una empresa, tendrás la ventaja de recibir un salario fijo desde el primer momento. Esto te permite tener una base económica más estable, lo que es importante si recién te has graduado y estás buscando independencia financiera. Además, es importante tener en cuenta que la tasa de desempleo en México es relativamente baja, situándose en 2.7% para el segundo trimestre de 2023, según el INEGI, lo que implica que el mercado laboral puede ofrecer oportunidades estables para quienes buscan empleo formal.
Trabajar en una empresa te ofrece una oportunidad invaluable de aprender de colegas más experimentados. En especial si te unes a una compañía grande o en crecimiento, tendrás acceso a capacitaciones y un ambiente de aprendizaje constante. Podrás desarrollar habilidades técnicas, sociales y de liderazgo que serán útiles a lo largo de tu carrera, ya sea que decidas quedarte en el mundo corporativo o eventualmente te animes a emprender.
Al trabajar en una empresa, tendrás la oportunidad de conocer a personas que pueden ser valiosas para tu desarrollo profesional. Desde compañeros de trabajo hasta supervisores y clientes, todos ellos podrían convertirse en parte de una red de contactos clave que te ayude a avanzar en tu carrera. Además, podrías conectarte con personas que compartan tus intereses y que te inspiren o incluso te apoyen en el futuro, si decides emprender.
A diferencia de emprender, trabajar para una empresa implica menos incertidumbre y riesgos financieros. Sabes que tendrás ingresos mensuales, prestaciones laborales y, en algunos casos, seguridad social y otros beneficios. Esto es especialmente importante si te preocupa la estabilidad económica en esta etapa de tu vida.
Al trabajar para alguien más, tendrás menos control sobre las decisiones que se toman en la empresa y sobre el rumbo de tu carrera. Esto puede ser frustrante si tienes ideas innovadoras que te gustaría implementar o si prefieres trabajar a tu propio ritmo. La falta de autonomía puede limitar tu capacidad para ser creativo o para liderar proyectos con tu visión personal.
Aunque en una empresa puedes aprender mucho, el avance dentro de la organización puede ser lento. Las promociones y aumentos salariales suelen depender de muchos factores, como la jerarquía interna y la antigüedad.
En muchas empresas, especialmente en aquellas más tradicionales, los horarios son fijos y la flexibilidad es limitada. Esto podría dificultar tu equilibrio entre la vida personal y profesional, o podría hacer que sientas que no tienes tanto control sobre tu tiempo.
Cuando emprendes, eres tu propio jefe. Esto significa que tienes total control sobre las decisiones que tomas y sobre la dirección que sigue tu proyecto. Si te apasiona la idea de crear algo desde cero y ser el responsable de cada aspecto de tu negocio, esta libertad puede ser una de las mayores ventajas de emprender.
Si tu emprendimiento tiene éxito, las recompensas pueden ser mucho mayores que las de un empleo tradicional. Los ingresos que generes no estarán limitados por un salario fijo, y podrías ver cómo tu negocio crece de manera exponencial. Además, el sentimiento de satisfacción al ver los frutos de tu esfuerzo puede ser muy gratificante.
Al emprender, puedes organizar tu tiempo como mejor te convenga. Esto te da la libertad de adaptar tu trabajo a tu estilo de vida, lo que puede ser muy atractivo si prefieres un enfoque más flexible. En México, el trabajo remoto y flexible ha disminuido significativamente. México es el país de Latinoamérica con la mayor proporción de trabajo presencial a tiempo completo, según un estudio de Ipsos. En el país, el 66% de los empleados asiste a la oficina todos los días de la semana, superando en 10 puntos el promedio regional.
Fuente: El Economista
Emprender te obliga a aprender muchas cosas nuevas, desde habilidades de gestión hasta marketing y finanzas. Serás responsable de cada aspecto del negocio, lo que te permitirá desarrollarte de manera integral. Cada obstáculo que enfrentes será una oportunidad para aprender y mejorar, lo que contribuirá significativamente a tu crecimiento personal y profesional.
Emprender implica riesgos. No tendrás un ingreso fijo, y puede que pase un tiempo antes de que tu negocio comience a generar ganancias. Además, según la Asociación de emprendedores de México (ASEM), el 75% de las PyMEs en México no sobreviven más allá de los dos primeros años. Esto resalta los riesgos inherentes al emprendimiento y la importancia de una planificación adecuada.
Aunque emprender te ofrece flexibilidad, al principio es probable que debas trabajar más horas que en un empleo tradicional. Como emprendedor, serás responsable de todo: ventas, marketing, gestión, y más. Esto puede ser agotador y estresante, especialmente si no tienes experiencia en algunos de estos aspectos.
La realidad es que muchos negocios no sobreviven los primeros años. Emprender es un camino incierto, y hay una posibilidad real de que tu proyecto no tenga el éxito que esperas. Debes estar preparado para lidiar con el fracaso y ser resiliente frente a los obstáculos.
Ahora que conoces las ventajas y desventajas de ambas opciones, es importante que consideres algunos factores clave que te ayudarán a decidir qué es lo mejor para ti:
Si no te decides entre trabajar y emprender, existe la posibilidad de hacer ambas cosas. Gracias a la creciente flexibilidad laboral y las herramientas digitales, cada vez más mexicanos optan por mantener un empleo fijo mientras inician su propio negocio. De acuerdo con una encuesta realizada por la plataforma de búsqueda de trabajo OCC, el 20 % de los trabajadores mexicanos cuenta con otro empleo o ya está involucrado en su propio emprendimiento.
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Trabajar y emprender simultáneamente te permite adquirir habilidades y contactos en un entorno corporativo, mientras desarrollas tu propio proyecto. Sin embargo, este camino puede ser exigente, por lo que es fundamental gestionar el tiempo de manera efectiva, priorizar tareas y apoyarse en herramientas digitales. Herramientas como Trello, Asana o Notion te ayudarán a organizar tus responsabilidades, mientras que la automatización de procesos y la delegación de tareas pueden reducir la carga operativa de tu emprendimiento.
Además, si eliges estudiar una carrera o un posgrado en una universidad que ofrezca formación en áreas empresariales y de emprendimiento, como la UVM, podrías prepararte mejor para ambas opciones. En la UVM contamos con programas académicos diseñados para formar a futuros líderes tanto en el mundo empresarial como en el emprendimiento.
No existe una respuesta correcta o única a la pregunta de si es mejor trabajar en una empresa o emprender. Depende de ti, de tus metas, tu situación y tus preferencias. Lo importante es que te tomes el tiempo para reflexionar sobre lo que realmente quieres y que recuerdes que siempre puedes cambiar de rumbo en el futuro.
Sea cual sea tu elección, ambos caminos pueden llevarte al éxito si los recorres con pasión y compromiso. Y si sientes que aún necesitas fortalecer tus habilidades o adquirir conocimientos para tomar una decisión informada, en la UVM contamos con programas académicos diseñados para formar a futuros líderes tanto en el mundo empresarial como en el emprendimiento.
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