Pasamos tanto tiempo en la escuela que, sin darnos cuenta, se convierte en nuestra segunda casa y nuestros compañeros de clase, en nuestra segunda familia. Desde el kínder hasta la universidad, pasamos unos 20 años en la escuela, y es justo en esos años donde se pueden empezar a construir redes que podrían ser de gran utilidad más adelante.
Cada persona que conoces es una oportunidad en el futuro
Puede que algunos te caigan bien, otros más o menos y uno que otro, de plano, te resulte insoportable. Sin embargo, todos tus compañeros de clase representan una oportunidad de contacto en el futuro. Probablemente tomen caminos diferentes, pero con los años pueden convertirse en colegas en el trabajo, jefes o socios.
Imagina que en tu primer día de clases en la carrera de medicina (o cualquier otra) te sientas al lado de una persona que, sin saberlo, es hijo de un reconocido médico, el cual posee un prestigioso hospital. Dependerá de ti lograr relacionarte con él y si todo sale bien, chance y hasta tienes un trabajo seguro al graduarte. Sí, quizá pueda parecer un ejemplo absurdo, pero el poder del networking reside en poder abrirte muchas puertas, si sabes utilizarlo.
No pienses que nunca los volverás a ver
Pensar que, al terminar la preparatoria o la licenciatura, jamás volverás a ver a tus compañeros de clases, no sólo es ridículo sino también es mala idea. Entender que, el networking radica en la capacidad de crear una red de contactos que te ayuden a formar oportunidades de negocio o laborales en el futuro, es esencial para prever que no es posible determinar si alguno de tus compañeros se volverá algún día el director de Recursos Humanos de la empresa de tus sueños, un inversionista o socio. No podemos saber si Fonseca, ese que nunca habla, será quien pueda echarte la mano cuando andes buscando trabajo. La clave está en nunca subestimar a nadie.
Networking para introvertidos
Quizá uno de los mayores retos para el networking en la escuela le toca a los introvertidos. De hecho, la escuela nunca es fácil para ellos, siempre están pensando en el qué dirán o cómo los van a juzgar, algo que los extrovertidos casi nunca sufren, sin embargo, también hay opciones que pueden funcionar para cualquier persona:
Eventos de networking: algunas universidades tienen eventos especialmente dedicados a realizar networking, donde se dictan conferencias con emprendedores destacados y talleres para mejorar alguna habilidad. Estos sitios son ideales para mejorar la red de contactos.
Ferias, conferencias o exposiciones: En todas las escuelas se realizan eventos académicos y culturales donde, también, al final se puede aprovechar para platicar con los asistentes, intercambiar ideas y lograr añadirlos a nuestra red.
Trabajos en equipo: Sí, es verdad, no a todos les encanta trabajar en equipo, especialmente a aquellos que saben que terminarán haciendo toda la chamba, pero eso no quiere decir que sea malo, de hecho, cuando los integrantes no se conocen entre sí (cosa que les encanta hacer a los profesores) es una oportunidad ideal para descubrir los intereses, fortalezas y habilidades de los demás, y así construir nuevas relaciones.
El punto clave del networking no es simplemente buscar a alguien en el momento que más lo necesitas, se trata de construir relaciones sólidas a largo plazo. No puedes esperar que alguien te haga un favor a los dos días que se conocieron. Y tú, ¿ya empezaste a construir tu red de contactos?