Desde el 2003 la Unesco declaró el Día de Muertos como Patrimonio de la Humanidad.
Sin duda comer pan de muerto es un delicioso ritual que no puede faltar durante el tradicional "Día de Muertos". Pero, ¿conoces su origen?
El origen del pan de muerto se remonta a la época de la Conquista, cuando en Mesoamérica se practicaban los sacrificios humanos; se preparaba un pan de amaranto molido mezclado con la sangre de las doncellas sacrificadas para ofrecerlo a Huehuetéotl (dios del fuego que ocupaba el centro del universo).
Debido a que los españoles encontraron muy violento este ritual, sugirieron preparar pan de trigo cubierto de azúcar roja para simular el corazón de las doncellas.
Así que, podemos decir que el pan de muerto es la fusión de ambos mundos: el prehispánico (la alegría por festejar a la muerte) y el español (la tradición del uso del trigo en el mundo católico europeo).
Actualmente se preparan más de 400 distintos tipos de pan de muerto en todo el país:
- En Guanajuato, por ejemplo, son panes de canela con formas de animales.
- En Mixquic se elabora un tipo de pan de pulque hojaldrado con forma de rosca espolvoreado con azúcar rosa (las despeinadas o rodeos).
- En Puebla, roscas adornadas con colores (golletes) y mamón seco con un color amarillo y yema de huevo (sequillos).
- En Oaxaca se prepara un pan de yema decorado como alfeñique.
- En Morelos lo hacen con forma humana cubierto de azúcar roja.
¡Anímate a prepararlo, checa el tutorial!
Fuentes: Financiero, La Vanguardia