Uno de los recursos más valiosos que puedes cultivar durante tu recorrido universitario es un portafolio profesional sólido. Este no es simplemente un conjunto de trabajos y proyectos acumulados al azar, sino una herramienta estratégica que puede marcar la diferencia en tu futuro.
Por eso, te queremos contar no solo la importancia de tener un portafolio profesional durante la universidad, sino también cómo construirlo, qué incluir en él, cuándo comenzar y cómo mantenerlo actualizado a medida que avanzas en tu carrera profesional. Prepárate para descubrir cómo esta herramienta puede convertirse en una guía invaluable en tu camino hacia el éxito profesional y académico.
¿Por qué es importante tener un portafolio profesional durante la universidad?
Formar un portafolio profesional durante la universidad es esencial porque actúa como un aparador que muestra a tus habilidades, logros y crecimiento a lo largo de tus estudios. Es una forma concreta de demostrar a posibles empleadores o instituciones académicas lo que eres capaz de hacer. Además, un portafolio te ayuda a destacarte entre otros candidatos y a construir una narrativa coherente sobre tu desarrollo profesional. También te prepara para enfrentar el mercado laboral al finalizar tus estudios, ya que tendrás evidencia concreta de tu experiencia y habilidades.
Cuándo es el momento adecuado para empezar a construir un portafolio
Es recomendable comenzar a construir tu portafolio desde el principio de tus estudios universitarios.
Cuanto antes empieces, más tiempo tendrás para acumular proyectos, recibir retroalimentación y mejorar tu presentación.Esto te permitirá mostrar un crecimiento continuo a lo largo de tu tiempo en la universidad y estarás mejor preparado para enfrentar el mercado laboral al graduarte.
Y sí, seguro te estarás preguntando cuál es la diferencia entre Portafolio y Currículum, ¡te contamos!:
¿Cuándo utilizar un portafolio o un currículum?
La elección entre usar un currículum o un portafolio depende del contexto y del propósito de la presentación de tu historial, habilidades y logros. Aquí te decimos cuándo es apropiado utilizar cada uno:
Currículum (CV):
- Búsqueda de empleo: Lo presentas a posibles empleadores para destacar tu experiencia laboral, educación y habilidades relevantes para un puesto específico.
- Solicitudes de trabajo en línea: Los empleadores pueden revisar rápidamente tus credenciales antes de decidir si avanzar en el proceso de selección.
- Entrevistas de trabajo: Es común que los entrevistadores utilicen tu currículum como base para hacer preguntas sobre tu experiencia y habilidades.
- Ferias de empleo: Puedes distribuir tu currículum a reclutadores y empleadores para que tengan un resumen rápido de tu perfil.
Portafolio:
- Industria creativa o de diseño: Los profesionales de campos creativos como diseño gráfico, arte, fotografía, arquitectura y medios suelen utilizar un portafolio para mostrar muestras de su trabajo, ya que las imágenes y los proyectos visuales son esenciales para evaluar sus habilidades.
- Demostración de habilidades visuales o creativas: Si tus habilidades son mejor comunicadas a través de ejemplos visuales o proyectos prácticos, un portafolio es una forma efectiva de demostrar tu talento a empleadores o clientes.
- Evaluación de habilidades prácticas: Los campos que requieren habilidades prácticas, como programación, diseño de sitios web, animación, escritura creativa, etc., pueden beneficiarse de un portafolio que muestra proyectos y ejemplos de trabajo práctico.
- Presentación de proyectos complejos: Si has trabajado en proyectos complejos o multidisciplinarios que no se pueden resumir fácilmente en un currículum, un portafolio te permite mostrar el alcance completo de tu trabajo.
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¿Cuáles son las partes de un portafolio escolar?
Si no sabes cuál es la manera adecuada de estructurar un portafolio académico, te dejamos esta base que te será de gran ayuda.
1. Página de Portada: incluye tu nombre, Título o profesión, información de contacto y una imagen para ilustrar tu área de interés. También puedes poner una fotografía profesional tuya.
2. Resumen personal: Escribe en un párrafo breve aquello que quieras destacar, como objetivos profesionales, tu pasión, habilidades y fortalezas.
3. Resumen profesional: Aquí cuenta sobre tus logros más destacados y tu experiencia relevante. Aprovecha para destacar algún reconocimiento que hayas recibido.
4. Experiencia laboral: Si has tenido la oportunidad de trabajar en algún empleo o de manera freelance, enumera en orden cronológico inverso (del más reciente al más antigua).
5. Educación: No importa si aún estás estudiando, menciona tu último grado académico y, si tienes, certificados o cursos anteriormente finalizados.
6. Habilidades: En esta sección presume tus habilidades relevantes para tu área o campo de interés, no olvides aquellas habilidades técnicas, software, lenguajes de programación; etc. Recuerda indicar siempre tu nivel de competencia -principiante, intermedio, avanzado.
7. Proyectos destacados: Enumera y describe proyectos relevantes que hayas completado, incluye una breve descripción, tus responsabilidades y los resultados obtenidos. Muestra ejemplos visuales si es posible (imágenes, enlaces, documentos).
8. Actividades extracurriculares: Cuenta sobre cualquier trabajo extracurricular, actividades de voluntariado o participación en organizaciones estudiantiles. No olvides incluir una breve descripción de tu y las contribuciones que tuviste.
9. Testimonios o referencias: Si es posible, incluye testimonios o referencias de profesores, empleadores o compañeros de trabajo que respalden tus habilidades y logros.
10. Contacto y Redes Sociales: Coparte tu información de contacto social, como tu perfil de LinkedIn o un enlace a tu sitio web personal (si tienes uno).
Asegúrate de que el diseño y la presentación sean profesionales y fáciles de leer. Utiliza un formato limpio y asegúrate de que todas las secciones estén organizadas de manera lógica, imagina que estuvieras contando una historia, mantén un orden.
Aquí te dejamos una plantilla de Canva gratuita que puedes utilizar.
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Qué tipos de trabajos y proyectos incluir en un portafolio
Debes incluir una variedad de trabajos y proyectos que muestren tu rango de habilidades y experiencias. Esto puede incluir:
- Proyectos académicos destacados
- Pasantías relacionadas con tu campo de estudio
- Trabajos independientes
- Proyectos personales relevantes
- Trabajos voluntarios
- Certificaciones obtenidas
La idea es proporcionar una imagen completa de tu formación y habilidades. Selecciona los trabajos que mejor demuestren tus competencias y que estén relacionados con tu objetivo profesional.
¿Enfocar mi portafolio en un área específica o mantenerlo diversificado?
La elección de enfocarte en un área específica o mantener un portafolio diversificado depende de tus objetivos profesionales.
Si tienes un objetivo de carrera claro y deseas especializarte en un campo específico, puedes enfocar tu portafolio en ese campo para mostrar tu experiencia y dedicación.
Por otro lado, si estás explorando diferentes opciones o tienes intereses variados, mantener un portafolio diversificado puede ser beneficioso para demostrar tu versatilidad y adaptabilidad a diferentes roles y situaciones.
Cómo mantener un portafolio actualizado antes y después de graduarte
La actualización constante es clave para un portafolio efectivo. Debes seguir agregando proyectos y logros profesionales a medida que avanzas en tu carrera académica o profesional.
Mantén una lista actualizada de tus logros, participa en actividades de desarrollo profesional y mantén un registro de tus experiencias laborales y proyectos exitosos.
También es importante ajustar tu portafolio según tu objetivo profesional en evolución y las tendencias de la industria. Dedica tiempo a revisar y refrescar tu portafolio para mantenerlo relevante y atractivo para futuros empleadores o instituciones académicas, no importa si estás buscando trabajo o piensas en seguir estudiando, siempre debe estar al día.
¡El camino hacia tus metas profesionales comienza aquí!
Tu tiempo en la universidad es un período valioso que puede ser aún más enriquecedor cuando construyes y mantienes un portafolio profesional sólido.
Este recurso no solo es una herramienta estratégica para el presente, sino también una inversión en tu futuro. No subestimes el poder de un portafolio bien construido, ya que puede abrir puertas, diferenciarte de otros candidatos y allanar el camino hacia el éxito profesional y académico.
Así que, no esperes más, comienza a crear tu portafolio desde el primer día de tu recorrido universitario y prepárate para cosechar los frutos de tu dedicación y esfuerzo en el futuro.
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