Emprender tu propio negocio, ser tu propio jefe, trabajar a tu ritmo y con personas que compartan tus ideales, objetivos y metas, son sólo algunos de los beneficios que tiene el decidirte a abrir tu empresa, sin importar el tamaño, giro o modelo de negocio que tenga.
Entre el decidirte y hacerlo hay un gran camino en el que desafortunadamente muchos terminan perdiéndose por varias razones, pues no basta nada más tener un gran espíritu emprendedor y mucha capacidad. También hacen falta habilidades, recursos y talento que tal vez no poseas ahora, pero que con paciencia y dedicación, seguramente obtendrás.
La primera pregunta que debes hacerte es si estás listo para emprender tu negocio. Como escribimos arriba, no basta con tener todas las ganas del mundo, también hay que tomar en cuenta otros factores como:
Si vas a emprender con uno o varios socios inversionistas, recuerda que no es regla darles parte de tu empresa, pues el valor está en tu idea. Para ello, debes respaldarte con datos contrastables que valoren tu compañía, además de cuantificar todo lo que tú le aportas. En el negocio, el inversionista pone en riesgo su dinero, pero tú pondrás en riesgo tu reputación. Por esto, procura que tus inversionistas no sólo tengan valor por su dinero, sino que también sean personas que te abran puertas, que te aconsejen y que conozcan el sector.
Business plan
Este documento es la base de tu empresa, digamos que es la columna vertebral y por lo mismo debe contener exclusivamente datos reales. En este se especificará quién es la competencia, el estado el mercado, el estado financiero (que resultará en la viabilidad del modelo de negocio), costos, tiempos y rangos de precio, entre otros elementos que serán vitales para que puedas tomar buenas decisiones.
Pero aunque es una parte importante, debes cuidar en no estancarte haciéndolo, permítete reflexionar en los aspectos de tu emprendimiento que lo requieran, pero recuerda que es un plano de arranque solamente.
Asesórate
Sin que sea necesario compartir tu idea, es importante que te tomes el tiempo y tengas la disposición de escuchar a otros que ya están encaminados en la industria en la que tú pretendes incursionar. Además, valora la experiencia profesional de aquellos conocidos que tienes y que trabajan en la industria o en áreas complementarias.
Trámites
Además de la idea, los socios, el plan de negocio y las ganas de emprender, también es necesario que tengas en cuenta los permisos básicos que necesitas para formalizarte ante las autoridades correspondientes, los básicos de la tramitología son:
Adáptate al cambio
La mayoría de las empresas no sobrevive los primeros 5 años de vida, las razones son muchas, pero una de las principales es su poca capacidad de innovar y adaptarse a los cambios en el mercado de consumo. Lo mejor es que te mantengas abierto a la evolución de tu idea inicial de negocio, a descubrir nuevas áreas de oportunidad y a invertir en ellas.