La realidad aumentada abre nuevas posibilidades de aprendizaje en el mundo de la salud. ¿De niño pasaste horas y horas jugando Operando? ¿Eras experto en sacar la tibia o el corazón? Pues te tengo buenas noticias: si tu gusto por las cuestiones médicas continuó y has decidido estudiar algo relacionado con el mundo de Ciencias de la Salud, ahora podrás “jugar” y practicar sin el riesgo de dañar a un paciente real. ¿Cómo? Gracias a la realidad aumentada (RA).
Simulaciones computacionales, apps, sistemas de visualización estereoscópica con lentes de RA, plataformas informáticas para manejo, así como la utilización de recursos y documentos, son solo algunas de las herramientas con las que ahora cuenta el mundo de la educación. Por su parte, la realidad virtual (RV) permite crear un ambiente inmersivo que simula intervenciones quirúrgicas, aunque todavía está por resolverse la cuestión de algunos “efectos secundarios”, específicamente malestares físicos en la persona que se “zambulle” en la realidad alterna.
¿Por qué es relevante el uso de la tecnología en Ciencias de la Salud? Porque…
Permite al estudiante practicar en simulaciones y enfrentarse a situaciones mucho más cercanas a la realidad, lo que termina por beneficiar al paciente.
Facilita el adiestramiento en diferentes técnicas médicas, lo que permite al alumno adquirir las habilidades básicas necesarias para ejercer su profesión.
Abre la posibilidad de “ver de cerca” el funcionamiento de los órganos y simular diferentes situaciones: enfermedades, accidentes, procesos degenerativos…
Actualmente hay varias universidades que han adoptado esta tecnología y cuentan con métodos de enseñanza propios del siglo 21. En el caso de la Escuela de Ciencias de la Salud de UVM, los estudiantes cuentan con tecnología como:
Fuentes: Revista de educación médica Elsevier