¿Eres de los que esperan hasta una noche antes de examen para ponerse a estudiar? ¿Crees que repetir la cosas como perico es la forma más fácil de que se te graben? ¿Duermes con el libro bajo la almohada para aprender por osmosis? Si respondiste que sí a por lo menos dos de tres preguntas, quizá tu estrategia no sea del todo efectiva. Pero no te preocupes, nosotros te vamos a presentar unas técnicas de estudio infalibles para que no sufras en la siguiente temporada de exámenes.
Puede que te encanten o que seas un enemigo de ellos, pero no puedes negar su importancia para organizar información. Si eres de los que pueden aprender en más de una forma visual, esta es una forma infalible de estudiar. No solamente podrás establecer relaciones entre varios conceptos, sino que también podrás recordar determinadas ideas de acuerdo con su posición en el mapa. Aunque si lo tuyo no es dibujar, existen varias aplicaciones para PC y dispositivos móviles para realizar mapas mentales.
Los resúmenes siempre son buenos siempre que tengas el tiempo suficiente de leer todo lo que tienes que leer y luego hacer el resumen. Puedes usar marcadores de diferente color para diferenciar los conceptos importantes de lo que es ‘relleno’; al transcribirlo ayudas a tu cerebro a memorizar más rápido y si utilizas colores para diferenciar subtítulos y otras cosas, es una gran ayuda. Al final, puedes hacer cuestionarios con base en el contenido de lo que estás estudiando; recuerda siempre preguntar ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?
Estos son sistemas sencillos para recordar diferentes datos como fechas, nombres, lugares y cualquier otro. Algunos de los más conocidos puede que incluso ya los hayas utilizado antes. Por ejemplo, emplear las iniciales de palabras u oraciones para hacer una ‘palabra clave’ que sea sencilla de recordar. Otra nemotecnia, si eres suficientemente creativo, es utilizar los conceptos que se requieren aprender y crear una historia con ellos. Si necesitas recordar números o fechas, puedes convertirlo en palabras, por ejemplo: 1931>ARCA.
Este método inventado en la década de los 50’s en la Universidad de Cornell es uno de los más efectivos, pero su relevancia radica dentro de las mismas clases y la atención que se lo ponen a las mismas. El cuaderno debe de dividirse en tres partes: una columna para apuntes, otra para preguntas y la última para resumen. En las clases se utiliza la parte de apuntes y dentro de las 24 horas posteriores a la clase se deben de hacer preguntas con respecto a los apuntes, de manera que sean la guía para hacer resúmenes. Esta técnica no sólo favorece la concentración, la memoria y la capacidad de síntesis, sino que, para los exámenes se obtiene un conocimiento superior de las clases debido a los resúmenes. ¿Ya habías escuchado de esta técnica?