Ha llegado la hora de “domesticar” esa arma de dispersión masiva que se llama celular, que ha contribuido a crearte una adicción al internet, y dar paso al “détox” tecnológico para despejar tu mente.
Sí, así como lo lees, también el uso excesivo de tu teléfono o dispositivo móvil con internet en todo momento y en cualquier lugar es un indicio de que has desarrollado una adicción al ciberespacio, sobre todo si te sucede esto:
Si respondiste que SÍ a más de tres preguntas, bienvenido al club, eres adicto a internet. ¿Y qué más da? -podrías decir-, efectivamente, cada quien hace con su tiempo lo que quiere; sin embargo, “desintoxicarse” de internet al menos por un tiempo puede tener grandes beneficios:
No se trata que de la noche a la mañana dejes tus redes sociales o dejes de usar tu celular, pero sí de tomar ciertas medidas de desconexión. Aquí te damos algunas sugerencias:
1. No cheques tus redes sociales antes de dormir, está comprobado que altera la calidad del sueño.
2. Procura dormir en una habitación en donde no haya dispositivos electrónicos (computadora, tableta, celular).
3. Utiliza aplicaciones que regulan el tiempo que pasas conectado, como QualityTime, Checky, Forest o Pause.
Según diversos estudios, una persona checa en promedio su celular entre 80 y 110 veces al día en busca de algún tipo de gratificación (un mensaje, una notificación…). “Esas píldoras de información que consumimos a través del móvil generan descargas de dopamina como las que recibe el cerebro del fumador en el momento en que enciende un cigarro. Por eso regresamos con obstinación en busca de nuevos caramelos digitales.” (“La era de las mentes dispersas”, El País, 25 de junio de 2017).
Solo cada uno de nosotros sabe qué tanto le afecta la hiperconexión y en qué gasta energía. Por ende, es tarea de cada individuo cultivar su capacidad para usar bien su atención.
Con información de: “El mundo más allá de las redes”, Álvaro Bilbao, El País. “La era de las mentes dispersas”, El País.