“En la actualidad no se puede entender la práctica médica y su enseñanza sin la tecnología”, como lo ha dicho el Dr. José Narro Robles, Secretario de Salud, en el Primer Simposio de Nuevas Tecnologías en Educación de Profesionales de la Salud, organizado por UVM y la red Laureate.
Y es que la formación de los futuros médicos, veterinarios, enfermeros, fisioterapeutas, nutriólogos, bioquímicos, odontólogos y psicólogos, requiere de nuevos modelos de enseñanza, así como del desarrollo de competencias adicionales a las de los conocimientos clínicos, por ejemplo: trabajo en equipo, habilidades de comunicación, autoaprendizaje y conocimiento tecnológico, conciencia social, política y ambiental.
Históricamente, el aprendizaje en materia de salud sucedía basado en aspectos como: currículos tradicionales, conocimientos fragmentados, formación centrada en lo que compartiera el profesor, metodologías conservadoras de enseñanza y prácticas en pacientes reales, especializadas y puramente técnica.
Pero las sociedades evolucionan y los descubrimientos en materia de Ciencias de la Salud también han orillado a la academia y profesionales a replantear técnicas efectivas e integrales para el trato de pacientes, establecimiento de diagnósticos y de tratamientos. Y para ello, es preciso analizar la manera en que se desarrollan los programas de enseñanza-aprendizaje, adaptados a la era donde la tecnología es una gran aliada.
Modelo educativo de las escuelas de Ciencias de la Salud Laureate
Durante el Primer Simposio de Nuevas Tecnologías en Educación de Profesionales de la Salud, la Doctora Simone Sato, Vicerrectora de Ciencias de la Salud de UVM dio una plática sobre el “Modelo de Aprendizaje de Ciencias de la Salud Laureate para la formación de profesionales de salud del siglo XXI”, donde destacó las cualidades del modelo, para una experiencia más completa para el estudiante:
Métodos innovadores + tecnología = aprendizaje integral
1. Estrategia de enseñanza – aprendizaje integradora: cognitivos, psicomotores y afectivos; para entonces modificar el orden de la pirámide del aprendizaje, donde la base es Recordar, luego asciende hacia Comprender, Aplicar, Analizar, Evaluar y, hasta arriba, Crear.
2. Estructura & Función: un enfoque innovador para la educación en anatomía. La combinación de tecnología y recursos ayudan a los individuos a aprender en un ambiente o ecosistema determinado. El ecosistema de aprendizaje de Laureate se fortalece con el uso de tecnología para que los alumnos adquieran conocimiento de forma colaborativa e interdisciplinaria, soportadas por la tecnología.
Un ejemplo de esto es la técnica de enseñanza de la anatomía a través de herramientas tecnológicas de una ciencia que tiene que ver con diferentes carreras del área de la Salud.
3. Simulación: herramientas para fortalecer las competencias de los profesionales de salud. La simulación es una “técnica para ampliar las experiencias reales de situaciones clínicas, a través de escenarios dirigidos, que enfatizan los aspectos importantes del mundo real de una manera completamente interactiva” (Gaba, DM, La visión futura de la simulación en el cuidado de la Salud. Qual Saf Health Care 2004), pero para poder aplicarla en la enseñanza es preciso que se disponga de tecnología, profesores preparados, promover la reflexión y el aprendizaje a través de los errores.
4. Educación profesional y alta calidad de las prácticas clínicas
Entre los factores más importantes de la calidad de la educación clínica y profesional está el grado de interacción y calidad de la supervisión de los docentes, la combinación entre pacientes / experiencias, volumen y profundidad de la interacción con pacientes, fuerza de la asociación entre el contenido de las disciplinas y las experiencias vividas en la práctica.
La educación clínica y profesional se imparte a través de los siguientes canales: Actividades de salón de clase, Actividades en Simulación y Rotaciones Externas (prácticas, internado)